Una de las cosas que más me gustó del sitio del que os voy a hablar hoy, es el protagonismo que tiene su cocina. El restaurante se llama NaDo y aterrizó en Madrid a finales del 2020 desde La Coruña. Nosotros no lo hemos conocido hasta ahora y la verdad es que nos ha gustado mucho el concepto y su propuesta gastronómica.
Situado en el número 5 de la Calle Prim, en pleno barrio de Chueca, NaDo os hará viajar al Atlántico con cada uno de sus platos. Detrás de este proyecto se encuentra el chef gallego Iván Domínguez, quien ha traído a Madrid su alta cocina gallega, junto con sus socios Leo Naya e Iván del Río.

El local es una antigua carbonera con techos abovedados, cuyo protagonista es una gran cocina abierta que los comensales deben cruzar parar llegar hasta su mesa. Los encargados de teletransportarnos al Norte han sido el estudio Cenlitrosmetrocadrado, quienes han creado una estética industrial muy acogedora.

La carta es breve y de temporada. Va cambiando cada día según los productos que reciben, que tienen que ser gallegos como su creador. Nosotros nos decantamos por su menú degustación «Viaxe Atlántico» porque nos apetecía probar la cocina de Iván y dejarnos sorprender.

Empezamos con unos aperitivos hechos a base de diferentes verduras de temporada: apio, cogollo, puerro, remolacha y coliflor. Como me gusta ver que las verduras van cogiendo importancia en dentro de los menús de la alta cocina. De estos bocaditos, haría una mención especial al puerro.

El siguiente en llevar fue un calamar con hoja glacial y limón. Un plato muy especial, que no creo que sea para todos los paladares por la textura del tartar de calamar. Me gustó el toque cítrico, que combina de cine con el producto y le da frescor.

Llegó un señor mejillón de Lorbé con naranja y lechuga de mar a la mesa y todos nos quedamos boquiabiertos con el tamaño. ¡¡¡Qué platazo!!! No fui capaz de comerlo de un bocado y mejor porque estaba tan rico que así lo pude disfrutar más.

El plato estrella de la casa son las Fabas de Lourenzá «sin almejas», que me enamoraron. Sencillas, equilibradas, sabrosas y deliciosas. Un plato con el que Iván demuestra su arte en la cocina. Volvería a NaDo y me pediría este plato una y otra vez. Maravillosas.

Luego probamos los níscalos con congrio seco y avellana, que me pareció un plato bastante arriesgado por la mezcla de sabores fuerte pero ideal para los amantes de los platos con fondo. Un plato que pedía mojar pan en la salsita para no desperdiciar nada

Nos cambiaron la Xarda por una Merluza a la gallega. Una pena porque hablan muy bien de sus xardas pero yo feliz, porque la merluza es un plato mítico de la cocina gallega, que me encanta. No estaría nada mal saber preparar algo tan sencillo y tan sabroso, porque las mini foodies estarían felices.

Penúltimo pase de los platos fuertes fue el salmonete. Otro plato rico pero que no recuerdo como algo especial. Producto de calidad, bien elaborado.

Terminamos los salados con un secreto de buey de Carnicas Lyo, que era un espectáculo. Hecho a la plancha un poquito «vuelta y vuelta» y acompañado de una salsita muy muy top y un puré de apio-nabo de suavizaba el potente sabor de la carne. No podía pensar en una mejor forma de cerrar los platos salados.

De postre, empezamos con un plato de queso da Fonfria y miel, que yo no lo tomé porque ya sabéis que no soy nada fan de este lácteo. Luego nos sirvieron un postre con rebozuelos que no me convenció. Y para finalizar, tuvimos la suerte de probar el flan NaDo, que es una locura. Cremoso, ligero y con el dulzor necesario para poder comerte uno entero sin darte cuenta. Es su postre estrella. Mucha gente lo pide para llevar y no me extraña, porque es delicioso.

Mi recomendación: si os apetece probar platos gallegos clásicos pero elaborados y presentados de forma contemporánea, os recomiendo reservar en la mesa de la cocina de NaDo porque vais a disfrutar de una cena divertida, rica y llena de sabor. Cenar sale por unos 90 euros/persona tomando el menú con maridaje.
NaDo
Calle Prim 5, Madrid
+34 914 45 12 08