No hay mejor forma de conocer bien una ciudad que con un local, y si encima a este le gusta comer bien y probar todos los sitios nuevos que abren, no me cabe la menor duda que probaréis sitios peculiares, auténticos y lo más seguro que muy ricos. Así fue como conocimos hace unas semanas Grillig Sandwiches en Rotterdam.
El local es perfecto para llevarte el sandwich si tienes prisa o para disfrutarlo con sus dueños, que siempre están detrás de las brasas preparando los bocatas. Muebles de madera hechos a medida, una buena parrilla -la protagonista de este local sin lugar a duda-, donde se preparan todos los ingredientes que llevan los sandwiches y detalles marroquíes por toda la sala, que delatan el origen de uno de los dueños.
Detrás de Grillig están dos jóvenes holandeses apasionados de la buena barbacoa, quienes han querido crear un concepto que no está nada expandido aún por Rotterdam: “sandwiches gourmet 100% caseros“. ¿Por qué? Pues porque a ellos les vuelven locos y no podían comerlos en ningún sitio.
En la carta tienen 10 sandwiches, que son las combinaciones que más les gustan a los dueños. Pero también tenéis la opción de hacéroslo al gusto escogiendo: pan, ingredientes y salsa. Aquí todo lo preparan ellos, desde el hummus que ponen en uno de sus bocatas hasta las salsas que acompañaba las patatas fritas, que por cierto también las preparan ellos y se nota ;).
Siguiendo las recomendaciones de mi compi Murat, quien ya ha estado en Grillig más de una vez, pedí el sandwich de ternera con hummus. Viene acompañado con berenjenas y pimientos a la parrilla (dos verduras que me pirran), rúcula, tomate y pan integral. La carne estaba jugosa y llevaba especias árabes, me recordó a los pinchos morunos que probé en Marrakech. El hummus estaba bueno, pero le faltaba un buen chorrito de aceite de oliva virgen extra (que no se suele ver por estas tierras) y un pellizquín de pimentón :).
Mi compi probó el único sandwich que aún no había pedido, el Guacachicken sandwich: guacamole, pollo a la parrilla, jalapeños, rúcula, tomate y pan blanco. ¡¡Qué picorcito le daban los jalapeños ;) !! El pan estaba ligeramente tostado, pero era blandito -estilo brioche- y aguantaba a la perfección todos los ingredientes. El guacamole estaba bastante conseguido y el pollo lo habían marinado con unas especias, que no fui capaz de averiguar…cosa que me dio mucha rabia, porque estaba fabuloso.
Para beber pedí uno de los smoothies que tienen en carta. Me tiré a la piscina y opté por la mezcla más explosiva: aguacate, dátiles, nueces y miel. No podía imaginar a que sabía y tenía que salir de dudas. Una bomba que prepararé algún día en casa para desayunar antes de irme al gym porque está buenísimo y te da energía para todo el día :). ¡¡MUY RECOMENDABLE!!
En la pizarra de sugerencias tenían una cheesecake como único postre, pero no podíamos más. Para mi el postre fue el smoothie ;).
Mi recomendación: si vais a Rotterdam – de vacaciones o por negocios- y se os antoja un sandwich (de los sanos) o si tenéis poco tiempo para comer, pero os apetece algo que alimente y esté rico, creo que una muy buena opción es ir a por uno de los bocatas que preparan en Grillig Sandwiches. Os tratarán muy bien, podréis ver como os preparan en el momento los sandwiches y querréis volver. Cenar sale por 10 euros/persona tomando un sandwich y un smoothie.
Grillig Sandwiches
Nieuwe Binnenweg 188D, Rotterdam
+31 10 254 1002
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